lunes, 9 de abril de 2012

# 2

Sobre toda cosa encontraremos por lo menos dos opiniones: la una y su contraria. Confírmese entonces la lógica de guerra de cualesquiera asunto político y aún humano.

Le Penseur II

Cortesía del fotógrafo J. Colubi
Últimamente leo y oigo mucho el latiguillo es que los españoles somos muy dados a... cualquier cosa pero siempre mala. Como no puede ser de otro modo el español es el único mamífero que no participa siquiera en grado ínfimo de la virtud. Esto me recuerda a las torvas lumbreras que culpabilizan al cristianismo por instaurar el concepto de culpabilidad entre los hombres. No, mire usted, la culpabilidad es un universal humano más cercano a la antropología que a la religión y lo que sí hace el cristianismo es encaje de bolillos con ella. Pues lo mismo pasa con que los españoles somos muy dados a. No, mire usted, somos los hombres los que somos muy dados a.

miércoles, 4 de abril de 2012

Necesitaríamos una situación límite para calibrar nuestra auténtica catadura moral como país y como ciudadanos. Nuestra auténtica capacidad de ayudar, de compadecernos.

Algún ejemplo ya lo tuvimos si bien en esa sociedad cruel y cobarde que es la vasca: un hombre que juega al tute es asesinado, como tantos otros,  por no comulgar con las ideas de los asesinos. Al día siguiente un periódico publica una foto en donde se ve cómo el asesinado es reemplazado por otro jugador como si nada hubiera pasado.

El silencio de los corderos...cobardes e  inmorales

De todos modos y aunque aumente el número de siervos voluntarios hay más gente que valora su libertad hoy que hace 10 años. Y dentro de 10 años habrá todavía más gente que hoy. De eso estamos seguros.